Memorias

Artista Ezequiel Vargas
Curaduría de María Basile y Melisa Boratyn



La naturaleza se encuentra en perpetuo movimiento, como certeza de que el mundo está vivo, que muta y se transforma constantemente. El artista va tras esta idea desde tiempos ancestrales, para capturar la fugacidad a través de una imagen inalterable y plasmar el instante que por siempre quedará impregnado en la obra.

Ezequiel Vargas no es ajeno a este propósito. Su obra se nutre de lugares atemporales y objetos aislados que crean momentos de calma y silencio. Así, propone la apertura a un juego con final abierto incitando al espectador a involucrarse en sus trabajos.

La fotografía estenopeica se le presenta como respuesta a la búsqueda de una alternativa que supone, de algún modo, un retorno a los orígenes. El uso de una forma tan antigua y a la vez experimental para los artistas contemporáneos que, teniendo la más alta tecnología al alcance de sus manos, deciden desprenderse de mecanismos sofisticados y optan por trabajar con elementos simples y cotidianos plantea nuevos desafíos en el encuentro con la imagen. La precisión, la minuciosidad y la reflexión son recursos imprescindibles para la utilización de esta técnica y el artista sabe cómo incorporarlos a su trabajo. De este modo, se enfrenta a los escenarios de su Rojas natal y los vuelve objetos de su obra. Esto es algo que se evidencia en el resultado y en la imagen final.

En ella se percibe el ojo del artista, esa mirada que comienza a alejarse de lo externo para transmitir su visión interior, que indudablemente se relaciona con el anhelo de volver a lo elemental, al pasado, a la infancia, al lugar confortable y atemporal que está en la memoria. Una mirada que pretende recuperar para desprenderse por un instante de la vorágine inevitable del mundo contemporáneo. Esto se visualiza al querer capturar la fugacidad del rayo de luz, que pareciera despegarse de la fotografía para impregnarse en la mirada y permanecer por siempre en la memoria individual de cada ser, alentando a que afloren los recuerdos de esos lugares deseados. La naturaleza se interpreta como la representación de ese ideal que cobra vida y que no es estática, ya que la idea de movimiento traspasa la imagen como queriendo atrapar por siempre ese instante perfecto.

Sobre el artista

Ezequiel Vargas nace el 14 de Junio de 1982 en Rojas, un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires.

Inicia sus estudios con Jorge Mónaco, profesor y director de la Escuela Nacional de Fotografía, donde comienza su carrera como fotógrafo profesional; luego incursiona en la fotografía estenopeica o cámara obscura, método con el que trabaja hasta la actualidad.

Participa en 2001, 2002 y 2003 en muestras colectivas de la Escuela Nacional de Fotografía.

En 2002 realiza Abiertos rincones, exposición individual en el Centro Cultural "Ernesto Sábato", Rojas, provincia de Buenos Aires.

En 2003 vive en Roma y Nápoles. Exposición individual Tangos de Buenos Aires en Casa Malena, milonga de Nápoles.

Expone en 2008 durante el "Primer Encuentro Nacional de Fotografía Estenopeica".

Es invitado a exponer en el marco de un taller de información sobre fotografía estenopeica en Rusia y Kazajstán.

Participa en 2009 en el Centro Cultural San Martín durante el "Segundo Encuentro Nacional de Fotografía Estenopeica". Expone en Palais de Glace para "Buenos Aires Photo 2009". Ese mismo año expone para la Fundación Agrupar en Galería Rubbers.

En "Goa International Pinhole Photography Contest 2010", muestra su obra Pinceladas de luz en Rojas, por la que recibe una Mención Especial.

 

Inauguración:

Jueves 11 de agosto, a las 19 horas en Juncal 1912
Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Horario y lugar de la muestra:
La muestra permanecerá abierta desde el 11 de agosto al 9 de septiembre del 2011, lunes a viernes, 10 a 20hs. Acceso por: Riobamba 1276, Ciudad de Buenos Aires.